El Presidente de Estados Unidos, Joe Biden, renunció ayer a la candidatura del Partido Demócrata a la Casa Blanca, a 24 días de un desastroso debate ante su rival republicano, Donald Trump, quien puso en duda su capacidad cognitiva.

Sin especificar la causa exacta, Biden publicó una carta informando su decisión y posteriormente dio su respaldo a la Vicepresidenta Kamala Harris para convertirse en la nominada para la elección del 5 de noviembre.

“Creo que lo mejor para mi partido y para el país es que me retire y me concentre únicamente en cumplir con mis deberes como Presidente durante el resto de mi mandato”, dijo Biden en la misiva.

“Hoy quiero ofrecer todo mi apoyo y respaldo para que Kamala sea la candidata de nuestro partido este año. Demócratas: es hora de unirse y vencer a Trump”.

Sin que otros nombres hayan aparecido públicamente de forma oficial, Harris aseguró que busca ganar la nominación, abriendo la posibilidad a una competencia más amplia antes de la Convención Demócrata de mediados de agosto.

“Me siento honrada de contar con el respaldo del Presidente y mi intención es ganar esta nominación”, dijo la Vicepresidenta.

“Haré todo lo que esté a mi alcance para unir al Partido Demócrata, y unir a nuestra nación, para derrotar a Donald Trump y su agenda extrema del Proyecto 2025. Si estás conmigo, agrega una donación ahora mismo”.

Una mayoría demócrata, encabezada por los Clinton, dio su respaldo ayer a la nominación de la Vicepresidenta, así como donantes.

El ex Mandatario Barack Obama indicó que tiene “una confianza extraordinaria” en que los líderes demócratas “serán capaces de crear un proceso del que surja un candidato sobresaliente“.

Ayer mismo, el republicano Trump aseguró que de ser Harris la nominada sería fácil de vencer, y el presidente de la Cámara Baja, el republicano Mike Johnson, exigió a Biden renunciar a su cargo de Presidente.