Migrantes hondureños  rompen el cerco en Guatemala y se enfilan a EU

Más de 4 mil 500 mantienen vivo el sueño de una mejor vida con el gobierno de Biden

San Pedro Sula/AFP.-Al menos unos 4 mil 500 migrantes que viajan a pie desde Honduras rumbo a Estados Unidos lograron sortear su primer escollo, la línea de frontera con Guatemala, tras romper un cerco policial a gritos de “queremos pasar”, y mantienen vivo el sueño de una mejor vida bajo el gobierno del próximo presidente Joe Biden.

La multitud logró ingresar por el paso fronterizo de El Florido, 220 km al este de Ciudad de Guatemala.

La decisión de no enfrentar a los migrantes, según un agente policial, se tomó al constatar que en el grupo había muchas familias con menores de edad. Usar gases lacrimógenos con niños y a oscuras podría haber sido fatal, detalló. Los policías no llevaban armas de fuego.

Desde la tarde de este viernes, olas de caminantes se agruparon del lado hondureño de la frontera, luego de comenzar su travesía de madrugada en la ciudad de San Pedro Sula. Algunos habían acortado el camino subiéndose a camiones o vehículos en la carretera.

En la frontera, primero vencieron una primera línea de policías de Honduras. Luego avanzaron formando cadenas humanas hasta donde los esperaba la guardia de Guatemala. Allí las autoridades les aclararon que solo podían pasar quienes llevasen sus documentos en regla y una prueba negativa de covid-19.


Pero a pesar de que muchos no portaban el examen de covid, los migrantes apretaron la marcha, y tras un forcejeo inicial lograron ingresar sin enfrentamientos.

“De aquí no nos vamos hasta que nos dejen pasar, vamos a hacer una huelga de hambre, no tenemos trabajo ni comida por eso decidí viajar a Estados Unidos”, había dicho poco antes Dania Hinestrosa, de 23 años, esperando cruzar junto con una de sus hijas pequeñas.

Ella dejó atrás a otra hija de tres años y unos gemelos de cuatro, dice la joven, que trabajaba como empleada doméstica.


Huyendo de la crisis

Agentes de policía guatemaltecos devuelven a inmigrantes hondureños que ingresaron ilegales a su país, en El Florido, en el departamento hondureño de Copán, al otro lado de su frontera, el 15 de enero de 2021.

Mientras otro grupo de migrantes que también va rumbo a Estados Unidos comienza a reunirse en el puesto fronterizo con la esperanza de que les permitan continuar su camino, en la primera caravana del año.

Los migrantes dicen huir de una Honduras fuertemente golpeada por el paso de dos huracanes en noviembre y la falta de empleo causada por la pandemia, que se suman a los males endémicos de un país acribillado por la violencia asociada a las pandillas y el narcotráfico.

En la larga marcha, la mayoría lleva mochilas, mascarillas por la pandemia y banderas de Honduras.

“Vamos con el corazón roto. En mi caso, dejo mi familia. Se queda mi esposo y mis tres hijos”, lamentó Jessenia Ramírez, de 36 años. “Vamos buscando un mejor futuro, un trabajo para poder mandar unos centavos” a Honduras, añadió.

Muchos participantes de esta caravana están convencidos de que el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, quien asume el 20 de enero, será más flexible que su antecesor, Donald Trump, con las normas migratorias.

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