Encontraron ucranianos nueva vida en Guanajuato

Conoce la historia de Lecya, Vladymyr Kovalenko y sus 3 hijos que huyeron de Ucrania, tras la guerra que había empezado un 24 de febrero y hoy se cumple un año del acontecimiento
Foto: Cortesía.

Una llamada durante la madrugada de aquel 24 de febrero, cambiaría la vida de Lecya y Vladymyr Kovalenko para siempre. Al otro lado de la línea la voz de un conocido pronunciaría “Ya comenzó la guerra”, y en cuestión de tres horas los Kovalenko y sus tres hijos huían de la tierra que siempre había sido su hogar.

“Mi amigo me dijo que ya había comenzado la guerra, pero yo no lo creía. Me levanté y salí al balcón de mi departamento y ahí fue cuando vi que todo estaba en llamas. Ahí me cayó en cuenta que estábamos en una guerra”, contó para TV4 Vladymyr.

“Mi esposo llegó a la habitación donde yo dormía con mis hijos y me dijo que había comenzado la guerra. Creí que no había despertado, que estaba en un sueño todavía y no supe qué hacer, si quedarme o huir”, agregó Lecya.

Pensando en nada más que el futuro de sus hijos, tomaron lo indispensable y salieron en su auto rumbo al oeste del país, lejos de Mariupol, su ciudad de origen.

“Cuando íbamos en el auto nos topamos con el peor tráfico que hemos visto, porque toda la gente quería salir. Lo peor es que los puentes estaban derrumbados y no había forma de salir rápido. El pánico estaba en todas partes”, relató Vladymyr.

Foto: Cortesía.

Mientras el fuego y el desastre se apoderaban de cada rincón de Ucrania, no hubo más alternativa que salir del país. Recorrieron más de 800 kilómetros en auto hasta Hungría, para volar 3 mil kilómetros más hasta Israel, y finalmente cruzar el océano Atlántico para llegar a tierras mexicanas (12,400 kilómetros) tratando de no recordar lo que dejaron atrás.

Mi mamá, mi hermana y su esposo se quedaron en Ucrania. Por el estado de salud de mi mamá no era posible que salieran. Además de que la ciudad está ocupada por los rusos, entonces tampoco pueden salir. Estamos muy agradecidos con los mexicanos, ya tenemos amigos aquí porque nos recibieron muy bien. Tuvimos que empezar desde cero, pero hemos salido adelante gracias a todo lo que nos ha dado México”, dijo Lecya.

A pesar de extrañar a su tierra y a su gente, los Kovalenko han comenzado una nueva vida en tierras aztecas. León, Guanajuato fue la tierra predilecta porque soñaban con abrir un negocio basado en textilería de piel, lo cual se ha convertido en realidad. Sus esperanzas están puestas en un futuro cercano, en el que sus hijos vuelvan a ver a su abuela una vez más.

“Si Dios quiere y termina la Guerra, que así lo esperamos todos, aun así ya no habría motivo para regresar. Nuestro hogar ya no existe porque fue destruido. Además Ucrania tendrá que esperar desde cero para levantarse, va a ser muy difícil levantar toda su estructura. Aquí nos gusta ahora”, concluyó Lecya.

Foto: Cortesía.

— No te pierdas