Sobrevivió trece años a su casi gloria olímpica

Nunca se explicó por qué no pudo ganar el oro olímpico y la vida lo llevó a estar en el lugar equivocado en el momento equivocado.

Noé Hernández Valentín, nació en 1978, un día como hoy, 15 de marzo.

En 1999 participó en los Campeonatos Centroamericanos y del Caribe, donde obtuvo la medalla de oro.

En el Campeonato Mundial de Atletismo de 2003 en ParísFrancia, fue cuarto en la marcha de 20 km.

Sus ídolos habían sido los grandes marchistas mexicanos.

Creció con el ejemplo de Daniel Bautista, Ernesto Canto, Raúl González y de todas esas figuras que dieron lustre a la marcha mexicana.

Llevó una vida discreta y humilde, en la que su máximo interés era entrenar para lograr un sitio en el olimpo deportivo.

Y lo logró: ganó la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sídney 2000.

La embriaguez del casi triunfo, duró varios años, en los que no se explicó por qué no logró la presea de oro.

Después, la vida lo puso en el lugar equivocado en el momento equivocado y le cobró el error.

El 30 de diciembre de 2012 se vio envuelto en un tiroteo en un bar donde perdió el globo ocular izquierdo.

Cuando se temía que podría perder la vista del ojo derecho, falleció de un paro respiratorio, el 16 de enero de 2013 en el hospital general de Chimalhuacán.

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