Cinco días después de que se vivió uno de los Clásicos más apasionantes, la historia siguió anoche… en la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol.

El organismo anunció una sanción de 11 partidos de suspensión a Nahuel Guzmán, portero de Tigres, por apuntar con un láser a jugadores de Rayados durante el encuentro, que la estrella felina observaba desde un palco del Estadio del Monterrey, donde estaba con directivos de su equipo.

Y, aunque el duro castigo al portero era esperado, la FMF sorprendió con una sanción inédita para la afición regia: dos seguidores -una mujer de Rayados y un hombre de Tigres, que la Comisión no identificó- fueron vetados de por vida de los estadios de futbol en México.

A la albiazul se le sancionó por arrojar líquido de un vaso a André-pierre Gignac al acabar el juego, mientras que al felino se le castigó por lanzar presuntamente orina desde la parte alta de la tribuna.

El castigo al portero argentino sería el más fuerte que se haya impuesto para un jugador de equipos regios. Los 11 juegos se cubrirán sólo en Liga MX y aplicarán desde mañana, cuando Tigres reciba al Necaxa, aunque el “Patón” está en rehabilitación por una lesión.

Estaba previsto que, por la lesión, Nahuel pudiera regresar a jugar en una eventual Semifinal, pero la suspensión aplazaría su retorno hasta el próximo torneo.

El Club Tigres informó ayer que acata la sanción y que el argentino recibirá apoyo del departamento de coaching y de psicología deportiva, además de que deberá pagar una multa económica, que no se no se precisó, y hacer horas de trabajo social.