Está considerado como el mejor saltador de altura de la historia antes de la aparición del estilo Fosbury Flop en 1968.

Se dio a conocer en 1960 con solo 18 años, al batir el récord europeo de salto de altura con 2,17 m.

En los Juegos Olímpicos de Roma, ganó la medalla de plata.

Hablamos de Valeri Nikoláievich Brúmel, nacido en Razvedki, Oblast de Amur, Unión Soviética, el 14 de mayo de 1942.

Especialista en salto de altura, batió seis veces el récord mundial de esta prueba entre 1961 y 1963 y fue campeón olímpico en Tokio 1964.

El 21 de julio de 1963 había establecido su último récord mundial, con 2,28 m; récord que no sería superado hasta 1971.

Con la medalla de oro en Tokio 1964, implantó con 2,18 m un nuevo récord olímpico.

Un accidente de motocicleta le destrozó prácticamente una pierna.

Aunque nunca volvió a recuperar su nivel competitivo anterior, en 1970 saltó 2,06 m.

Brúmel saltaba utilizando el estilo Rodillo ventral, hacia adelante, y pese a todo su récord se mantuvo vigente hasta 1971. El propio Dick Fosbury no logró batir el récord de Brúmel.

Falleció el 26 de enero de 2003, a los 60 años de edad, en un hospital de Moscú.

Está enterrado en el cementerio Novodévichi, el más famoso de la capital rusa, reservado a destacadas personalidades.