El campeón paralímpico Jesús Hernández Hernández encontró su máximo nivel competitivo en el Bajío, cuando obtuvo su primer medalla de oro en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020 en los 150 metros individual combinados categoría SM3.

“Nunca se pensó que yo pudiera llegar a este nivel competitivo, siempre lo hice para mejorar mi salud. Así que decidí competir y me integré a la selección nacional de paranatación tras tocar puertas y exigiendo la oportunidad. Me decían que estaba muy lejos de poder lograr ser nadador internacional, pero la limitación estaba en mi cabeza y no en mis manos ni mis pies”, compartió para TV4.

Chucho hizo grandes sacrificios para lograr sus metas. Desde separase de su madre, cambiar su alimentación y entrenar de 6 a 8 horas diarias. Los primeros frutos de su esfuerzo llegaron en 2015, donde obtuvo su primera presea (bronce) internacional. Los Juegos Paralímpicos de Río 2016 marcaron un antes y un después en su vida.

“Ves un estadio lleno, a un brasileño a tu lado, el griterío tremendo y los nervios a flor de piel. Ese día competí contra el pentacampeón y récord del mundo, Ignacio Reyes. Además de la novedad del momento, Gustavo Sánchez, que venía de ganar los paralímpicos de Londres 2012. Al final pasé de un sexto a un tercer lugar en una remontada histórica y conseguí una medalla de bronce. Yo a ese momento le llamo: la Medalla de la Vida”, relató Chucho.

Sus ojos ya están puestos en obtener el Premio Nacional del Deporte en 2022 y triunfar en los Juegos Parapanamericanos de Chile. Además del Campeonato Mundial en Manchester 2023, y los selectivos para los Juegos Paralímpicos de París 2024.