Inmortales de rebote

La casualidad los llevó a la inmortalidad. Casi por casualidad quedaron inscritos en el libro de la historia del deporte.

Hay personajes que entraron a la inmortalidad deportiva de rebote; es decir casi por casualidad.

Uno es el caso de Dietmar Hamann, exfutbolista alemán que jugó con el Milton Keynes como entrenador-jugador desde junio de 2010 hasta febrero de 2011.

Su calidad lo llevó a militar en el Bayern MúnichNewcastle UnitedLiverpool FC y Manchester City.

Con la selección alemana jugo 59 partidos; anotó 5 goles y estuvo en Francia 98 y Corea-Japón 2002

Pero su máximo lo logró, al anotar el gol con el que derrotaron a Inglaterra en el último partido jugado en el Estadio de Wembley, en el año 2000.

Su nombre pasó y quedó en la posteridad como el último anotador oficial de un gol en la catedral del futbol mundial.

Otro caso similar de inmortalidad de rebote fue el del “Gato” Norberto Andrada, portero del Vasco Da Gama, a quien Pelé le anotó el gol número mil de su carrera.

 

Relatan las crónicas que fue en el estadio Maracaná, de Rio de Janeiro, a las 23:11del 19 de noviembre de 1969.

 

Con el partido 1 a 1 el árbitro sancionó un penal para el Santos, equipo visitante. Pelé tomó una carrera corta y disparó al palo izquierdo del arquero, sin que el Gato Andrada pudiera detener la pelota.

 

Si lo hubiera detenido, paradójicamente, no hubiera ingresado a la inmortalidad, ni siquiera de rebote.

 

— No te pierdas