El 17 de junio del 2014 representó un parteaguas en la trayectoria de Guillermo Ochoa.

Esa tarde, en el Estadio Catelao, en la ciudad de Fortaleza, brindó la mejor exhibición de su carrera en una Copa del Mundo y se convirtió en el “salvador” mexicano ante el anfitrión Brasil.

El partido terminó sin anotaciones, pero cuatro atajadas de Memo lo catapultaron con la Selección Mexicana en la historia de los Mundiales.

Una de ellas, la más recordada, un cabezazo de Neymar que el arquero mexicano detuvo sobre la línea y pegado a su poste derecho, una acción que fue comparada con aquella célebre atajada de Gordon Banks a Pelé, en el Mundial de México 1970.

El partido significó el segundo para el Tri en la Fase de Grupos del Mundial de Brasil y también para la carrera de Ochoa en Copas del Mundo.

Hizo de la paciencia una virtud, pues a pesar de haber sido convocado a las citas de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, no jugó ningún minuto.

En cambio, el destino le tenía preparado convertirse en el arquero titular en las justas de Brasil 2014 y Rusia 2018, en esta última, su actuación también fue determinante en el histórico triunfo sobre Alemania, en el primer duelo del certamen para el Tri.

En total, Ochoa ha disputado ocho partidos de Copas del Mundo, en el que le han anotado nueve goles, pero sus salvadas resultaron claves para que el combinado nacional lograra avanzar a los Octavos de Final.

Esa imagen de haber sido uno de los arqueros más goleados de la liga francesa y la liga española, tras haber padecido descensos con equipos como Ajaccio y Granada, la pudo redimir vistiéndose con el suéter de México bajo los tres postes en las dos recientes Copas del Mundo.