¿Cómo prevenir los calambres por el calor?

En estos tiempos de calor, el organismo resiente el impacto de este factor y se manifiesta con calambres. Conoce cómo prevenirlos
Foto: Agencia Reforma

El ejercicio al aire libre no es recomendable cuando el sol está en su cenit porque las altas temperaturas tienen un fuerte impacto en el organismo.  

Cuando se hace actividad física en un horario en el que el termómetro marca entre 28 y 35 grados, como los que se han registrado en los últimos días en la Ciudad de México, no sólo pueden manifestarse la deshidratación y en casos más severos un golpe de calor, también los calambres, que de hecho son manifestaciones de las condiciones anteriores.

Un calambre es un dolor agudo causado por un espasmo involuntario del músculo y no necesariamente es consecuencia un deficiente calentamiento o un gran esfuerzo durante el entrenamiento, también puede producirse por la pérdida de líquidos y sales minerales, es decir, deshidratación.

El doctor Carlos Suárez Ahedo, ortopedista especialista en cirugía de cadera y de rodilla, destaca que la falta de líquidos puede afectar el equilibrio electrolítico del cuerpo, lo que a su vez puede interferir con la función muscular. Por ello se advierte que la deshidratación por calor o ejercicio intenso es un factor de riesgo importante para los calambres.

El doctor Suárez Ahedo comparte las siguientes recomendaciones para evitar los calambres:

– Mantenerse hidratado: beber entre 8 y 10 vasos de agua al día, especialmente si haces ejercicio o vives en un clima cálido.

– Estirar antes y después del ejercicio: los estiramientos ayudan a preparar los músculos para la actividad física y a prevenir la fatiga. Se recomienda realizar estiramientos de 5 a 10 minutos antes y después de la actividad física.

– Consumir alimentos ricos en electrolitos: los electrolitos, como el sodio, el potasio y el magnesio, son esenciales para la función muscular. Se deben ingerir alimentos ricos en estos minerales, como frutas, verduras, legumbres y frutos secos.

– Evitar la sobrecarga muscular: si no estás acostumbrado a hacer ejercicio, comienza de forma gradual y aumenta la intensidad y la duración de tus entrenamientos poco a poco.

– Usa ropa y calzado adecuado: prendas y tenis demasiado ajustados pueden restringir la circulación sanguínea y aumentar el riesgo de calambres.

Si sufres un calambre debes estirar el músculo afectado de forma suave y mantenerlo estirado hasta que el dolor desaparezca. También puedes aplicar calor o frío en la zona afectada para aliviar el dolor.

La fatiga muscular es otra causa de calambres. El uso excesivo de los músculos puede provocar fatiga y, como consecuencia, la manifestación de ellos.

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