Doña Francisca Bocanegra es una mujer admirable que a sus 85 años de edad trabaja arduamente, con ayuda de sus hijos prepara tortillas, huaraches y sopes hechos a mano para poder subsistir.

Desde hace dos décadas, Doña Francisca se instala en el estacionamiento de Bodega Aurrera, ubicado en el bulevar Hilario Medina de la ciudad de León para vender sus deliciosos productos.

De lunes a jueves, de 4 pm a 9:30 pm, y los sábados de 12:30 pm a 9:30 pm, se encuentra en su puesto acompañada de su hijo Manuel para ofrecer la docena de tortillas en 30 pesos y la docena de huaraches y sopes en 50 pesos, así como quesos a 120 pesos.

Doña Francisca trabajó durante años en diversos restaurantes de comida mexicana en donde perfeccionó su arte culinario, sin embargo, la vida le presentó un desafío cuando quedó desempleada.

Como madre de 11 hijos, aprendió a nunca rendirse y salir adelante, por lo que decidió emprender su propio negocio para llevar las delicias del maíz directamente a las manos de su comunidad.

“Estoy muy contenta con mi trabajo porque yo veo que me da un cinco para seguir adelante, volver a surtir, si se me acaba el gas, el agua y la luz de aquí la pago”, comentó.

Cada tortilla, cada huarache y cada sope que Doña Francisca prepara es una muestra de su herencia y de su inquebrantable voluntad, con la calidad de sus productos se ha ganado el cariño y fidelidad de sus clientes.

Sin duda, Doña Francisca es un ejemplo de que nunca es tarde para emprender y luchar por lo que se desea en la vida.