Guanajuatense ‘caza’ genoma de mamut en 3D

Cynthia Pérez Estrada participó en un proyecto internacional que logró rescatar material genético de este animal extinto
Foto: Agencia Reforma

Por primera vez, la ciencia obtuvo la secuencia completa y disposición tridimensional del ADN de un animal extinto, y no ha fue a través de un mosquito preservado en ámbar, como imaginaba la ciencia ficción.

Fue gracias a un pedazo de piel de la oreja de un mamut lanudo muerto hace 52 mil años, que el permafrost siberiano mantuvo en un estado similar al de la cecina o lonchas de jamón serrano.

Un espécimen extraordinariamente bien conservado al que apodaron “Chris Waddle”, por el futbolista inglés que lucía un corte estilo mullet.

“Tenía unos bucles muy bonitos (el mamut)”, dice en entrevista remota, entre risas, la bióloga molecular especializada en genómica Cynthia Pérez Estrada, una de las coautoras principales de un artículo publicado recientemente en la revista científica Cell, donde se detalla esta importante investigación de carácter internacional.

“Logramos hacer algo que nunca pensamos que iba a ser posible”, destaca Marcela Sandoval-Velasco, bióloga molecular y evolutiva especializada en paleogenómica, también coautora de la publicación firmada por 56 investigadores de diferentes partes del mundo.

Pérez Estrada (San Felipe, Guanajuato), es doctora en neurociencias e investigadora invitada del Baylor College of Medicine, en Houston; Sandoval-Velasco (Morelia), es investigadora titular del Centro de Ciencias Genómicas de la UNAM. Son las únicas mexicanas participantes en este proyecto que comenzó en 2015.

Te da muchísima emoción pensar en la idea de que tal vez en el mundo haya otras muestras de otras especies que nos permitan obtener exactamente la misma información que pudimos obtener de este mamut”, Cynthia Pérez Estrada Doctora en neurociencias.

El gran hallazgo estriba en que en esa muestra tomada de la oreja de “Chris Waddle”, que en realidad era hembra, la disposición tridimensional de los fragmentos de ADN permaneció intacta durante decenas de milenios, lo que preservó la estructura del “cromosoma fósil”.

COMO CECINA O JAMÓN SERRANO

Los cromosomas fósiles estaban en un estado especial que se asemeja al de las moléculas en el vidrio.

“La explicación del estado de preservación no es algo único, es similar a la preservación de la cecina o de la carne seca u otros tipos de comida, como el jamón serrano, que se preservan en estas condiciones como de cristalización”, explicó Sandoval-Velasco.

Para comprobar que los fósiles de cromosomas habían quedado atrapados dentro de un trozo de carne seca de mamut liofilizada, realizaron varios experimentos, como tomar carne seca de ternera y dispararle con una escopeta, pasarle encima con un coche, e incluso hacer que Ron Mathis, ex lanzador de los Astros de Houston, le tirara bolas rápidas.

Así, mientras la carne quedaba hecha añicos como un cristal, a nanoescala los cromosomas seguían intactos. He ahí la razón de la conservación de 52 mil años en la piel del lanudo Chris Waddle.

“Creo que ahora, la publicación de este artículo abre la puerta a que empecemos a buscar en organismos y en muestras que incluso ya hayamos analizado”, consideró la científica guanajuatense.

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