Con la llegada de las bajas temperaturas, las enfermedades respiratorias en los perros se vuelven más comunes. Tos, secreción nasal o falta de apetito pueden ser señales de alerta, advierte Beatriz Lozano, fundadora de Animare.

Aunque los animales vivan en espacios cerrados como cocheras o patios techados, siempre deben tener un lugar protegido para resguardarse del frío, como una casita o una manta que les permita mantenerse calientes.

También advirtió que dejar que los animales duerman directamente sobre el piso helado puede afectar su circulación, por lo que se recomienda colocar una base elevada o material aislante bajo su cama.

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Las enfermedades respiratorias son las más frecuentes en esta época, y pueden iniciar con síntomas leves como moqueo, pero derivar en cuadros más graves. “El animal empieza con cierto moco, esto después les afecta la garganta y dejan de comer”, explicó.

Además, Lozano recordó que la deshidratación es otro problema común, ya que el frío reduce la sensación de sed.

Por eso, es importante asegurarse de que las mascotas siempre tengan agua fresca disponible.

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