Desde hace 93 años, la familia de Jerónimo Mendoza Bautista ha conservado la tradición de caminar desde Apaseo el Grande hasta San Juan de los Lagos para visitar a la Virgen.

Este año, Jerónimo lidera un grupo de 80 personas como el actual celador de esta peregrinación, que ha sido una herencia de su abuela Florentina Montoya, originaria del barrio El Cerrito.

“Ella nos contaba que desde pequeña venía a la peregrinación, pero que en aquellos tiempos no había transporte, sino que traían sus maletas en burro y se regresaban nuevamente caminando”, relató el cirujano dentista.

La fe es lo que los mueve a recorrer la carretera bajo los rayos del sol a temperaturas superiores a los 25 grados, sin embargo, el grupo viaja con tres camiones, dos camionetas y un camión maletero.

“Para mí no es una penitencia, es un agradecimiento a Dios y a María Santísima porque me han dado una familia y un hogar. Venir como celador con esta romería de Apaseo el Grande, es un motivo de satisfacción y de orgullo. Sobre todo de un amor a María Santísima porque llegamos a Jesús por medio de María”, expresó Jerónimo.

La peregrinación de Apaseo el Grande a San Juan de los Lagos no sólo representa un viaje físico, sino también un recorrido espiritual que mantiene viva una tradición centenaria.