La incertidumbre y el miedo son ahora una constante en las familias guanajuatenses que tienen a sus seres queridos en Estados Unidos, especialmente ante la posibilidad de que sean deportados.

Ana Beatriz Vázquez, originaria de la comunidad de San José del Paraíso, Silao, compartió su angustia por su hermano menor, Pedro, quien desde hace más de un año se encuentra en Georgia.

“Sí me ha contado que los andan rastreando porque de hecho sí los van a mandar para México. Yo digo que no está bien eso, porque por los mexicanos tienen lo que tienen. Dicen que si no fuera por la mano de obra de los mexicanos no se harían las cosas”, externó Ana.

El joven de 22 años emigró a Estados Unidos para trabajar en el sector de la construcción con la esperanza de poder apoyar económicamente a sus padres.

“Él fue por cumplir un sueño y, la mera verdad, todos se van por cumplir un sueño. Hay muchos que no alcanzan a llegar y muchos que sí llegan. La vida aquí es muy difícil y por eso ellos se van, para que les rinda un poquito más el dinero”, comentó Ana, quien se dedica a la venta de quesadillas y gorditas de guisados.

La situación que viven los migrantes en el país vecino ha generado un profundo malestar entre sus familias.

“Yo me siento molesta, pero si no están bien ahí, si los van a agarrar, es mejor que los echen para acá. Tal vez es muy difícil salir adelante, pero es mejor estar juntos, que estar desunidos”, expresó.

La historia de Pedro es una de muchas que ilustran la dura realidad de los migrantes que luchan por cumplir el sueño americano.

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