Con más de 30 años de trayectoria, Raymundo Campa, mejor conocido como el payaso Mundo, se ha ganado los corazones de los leoneses en el Circo Robert’s.

“El cariño es algo que no se compra. El cariño es algo que se siente y sale de aquí y la gente, tú sientes cómo te ve, cómo te grita, cómo te aplaude y creo que no hay palabras, no hay dinero que pague eso. Para mí el cariño de la gente es lo más importante”, compartió.

Mundo conserva el legado de su padre Roberto, quien en 1984 estableció junto con el Patronato de la Feria Estatal de León, un circo que se ha transformado en un referente cultural.

“Fue idea de Don Carlos Díaz Torres, el presidente de la feria, que el circo se ofreciera gratis a la gente. Desde entonces, hemos mantenido esa tradición”, explicó.

El camerino de Mundo es un tesoro de creatividad, donde se almacenan 150 vestuarios y un sin fin de zapatos. “Levantas este tambo que está aquí y salen zapatos como el barril del Chavo. Aquí podemos hacer una zapatería, pero el problema es que todos son iguales”, comentó.

Sus zapatos, hechos a medida en León por un amigo payaso, son parte de su atuendo distintivo. “Tengo un amigo que es payaso aquí en León, se llama Traviesín, y su papá es el que me hace los zapatos de payaso. Entonces también son hechos en casa”, explicó con orgullo.

Aunque es originario de Guadalajara, Jalisco, Mundo se siente profundamente ligado a León, el lugar donde su padre estableció su circo. “Yo no puedo decir que soy de Guadalajara, no podría y además mi papá hizo su circo aquí en León”, añadió.

Cada año, la señora Deyanira, madre de Mundo, se encarga de diseñar y confeccionar los vestuarios del circo. “Cada año, yo debo tener cuatro trajes nuevos. Mi mamá los hace y también hace todo el vestuario del circo. Ella los diseña y los hace con sus manos, pero tiene una chica que le ayuda”, explicó.

Fuera del escenario, la personalidad de Mundo puede sorprender a quienes lo conocen solo como el payaso. “La gente dice que soy muy serio. Cuando me maquillo y me pongo en el papel de payaso, soy otra persona. Mucha gente me dice que no puede creer que allá se mueran de risa conmigo y acá les dé miedo. Lo que pasa es que tengo que tomar el papel que dejó el dueño, pero realmente todos saben que somos un equipo de trabajo y que somos compañeros”, explicó.

A pesar de los desafíos de mantenerse relevante en una era digitalizada, Mundo ha logrado crear más de 100 actos únicos. “No creo que exista ningún payaso que haga 100 actos. Mucho de lo que hacemos lo tenemos que inventar porque la gente ya nos vio, nos conoce y nos identifica”, señaló.

Crear un personaje que conquiste los corazones de la gente por décadas es todo un reto. “Que te lo acepten es algo muy complicado, pero la verdad es muy bonito. Creo que no hay nada como ser payaso, para mí es una satisfacción”, compartió.

Con su dedicación y pasión, Mundo Campa no solo entretiene, sino que también rinde homenaje a la rica tradición del circo de la gente León.