Consuelo pone en alto Salvatierra, y lleva sus raíces hasta el paladar de miles de comensales

Consuelo Murillo, cocinera tradicional de Salvatierra, lleva las raíces ancestrales del maíz y las largas a todos los comensales
Foto: TV4.

Ser cocinera tradicional no solo es una etiqueta que Consuelo Murillo lleva desde hace 10 años, es más bien, la oportunidad de llevar los sabores de sus ancestros hasta el paladar de los comensales que a diario la visitan en su restaurante, “Mi Raíz”.

“Yo todo lo que sé, lo sé por mi mamá, todas mis raíces es esto. Desde sembrar el maíz, porque mi papá era agricultor, saber hacer el nixtamal, molerlo, hacer los guisos; y por otra parte me casé, y mi esposo viene de familia tortillera entonces todo el proceso no lo sabemos”, explicó.

Marcado con el número #417 justo a la mitad de la calle Ignacio Zaragoza en el centro de la ciudad, vestido de colores y cuadros que platican la historia de maíz, se encuentra uno de los mesones más aclamados por por salvaterrenses y turistas donde diario se detienen a probar la especialidad de Consuelo, las Largas.

“Mi marido siempre me dijo que cocinaba muy bien que ya necesitaba explotar mi talento y así fue que comencé a vender las largas tradicionales de Salvatierra”.

El término “Larga” se acuñó hace más de 50 años en el sureste del estado de Guanajuato y la leyenda cuenta que se le denomino de esta forma porque las esposas de los peones que trabajaban en las haciendas les llevaban el almuerzo, que consistía en una tortilla más grande de lo normal y no con la clásica forma redonda, sino alargada y más gruesa con el fin de que saciaran rápido su hambre.

Como relleno, los hombres hacían una mezcla de tomate, xoconostle, cebolla, ajo, y chile negro, lo que ahora llaman, Capón, con un sabor asido perfecto para acompañar con un queso fresco, o requesón.

“Se le llama Larga porque era lo que tradicionalmente comían los peones de las haciendas, Salvatierra es rica en haciendas y era lo que las amas de casa le daban a sus esposos para que se fueran a trabajar. Era una tortilla más gruesa y más grande para saciar todo el día el hambre y aguantar hasta que regresaran a casa (…) Allá con sus tortillas prendía el fogón, iban y cortaban Xoconostle, la tuna ácida, y las ponían en el fogón y la asaban, con jitomate que les sobraba”, explicó.

Su increíble sazón hizo que para la primera edición Festival de la Larga y la Quesadilla de Salvatierra, Consuelo fuera votada por sus conocidos y aunque no fue premiada en su primera participación, en la próximas ediciones logró obtener tres veces un 2do lugar y un 3er lugar.

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