Preocupa a Episcopado polarización e incertidumbre
La Conferencia del Episcopado Mexicano, integrada por los Obispos católicos presentes en el país, como pastores del Pueblo de Dios y ciudadanos comprometidos con el bien común, manifestamos a la ciudadanía entera, a la opinión pública y a los tres Poderes de la Unión, nuestra más profunda preocupación ante la gravedad de los recientes hechos que acentúan una polarización sin precedentes en torno al marco legal y a la armonía entre los distintos poderes del país.
I. FUNDAMENTOS DE NUESTRA NACIÓN Y DOCTRINA SOCIAL
Reconocemos que México es un gran país que no se inventa, una y otra vez, con la llegada de nuevas administraciones. La grandeza de México como Nación estriba, entre otras cosas, en su capacidad probada de darnos un “ordenamiento jurídico” e “instituciones” que aseguren un mínimo de civilidad, así como una dirección de progreso, ambas condiciones necesarias para garantizar las libertades fundamentales y los derechos humanos de todos los mexicanos. Este ordenamiento institucional, sustentado en el respeto a la dignidad inalienable de la persona humana —principio fundamental de la doctrina social de la Iglesia—, es el que hace posible la promoción del bien común, la solidaridad y la justicia social.
II. SOBRE LA REFORMA JUDICIAL Y EL PRINCIPIO DE SUBSIDIARIEDAD
Consideramos que la Reforma Constitucional al Poder Judicial que está en curso debe ser más ampliamente discutida y analizada por parte del Poder Legislativo, siguiendo el principio de subsidiariedad, pilar fundamental de la doctrina social de la Iglesia, que reconoce y promueve la participación de todos los actores sociales en las decisiones queafectan a la comunidad. Esto implica:
- Tomar en cuenta a todas las fuerzas políticas representadas
- Escuchar a los especialistas en Derecho Constitucional.
- www.cem.org.mx
- Considerar las voces de la sociedad civil organizada, que son Pueblo de
México - Respetar el principio de participación democrática
- Preservar el bien común por encima de intereses particulares
- Todo esto a fin de no poner en riesgo el equilibrio de poderes que sustenta nuestra
estructura democrática.
III.INVITACIÓN A LA REFLEXIÓN Y AL BIEN COMÚN
Como pastores, recordamos que el respeto al Estado de Derecho no es solo una necesidad política, sino una exigencia ética fundamental que emana de la dignidad humana y del bien común. La doctrina social de la Iglesia nos enseña que:
- La autoridad debe ejercerse como servicio al bien común
- El poder tiene límites morales y legales
- La participación ciudadana es un derecho y un deber
- La solidaridad es esencial para la paz social
- El desarrollo debe ser integral y para todos
IV.LLAMADO A LA ACCIÓN Y ESPERANZA
Exhortamos a todos los actores políticos y sociales, inspirados en los principios de la doctrina social de la Iglesia, a:
- Recuperar el diálogo constructivo como herramienta fundamental
- Fortalecer nuestras instituciones democráticas
- Anteponer el bien común a los intereses particulares
- Respetar el orden constitucional
- Promover la solidaridad y la subsidiariedad
- Trabajar por la justicia social y el desarrollo integral
- Proteger la dignidad de toda persona.