Desde hace cinco años, Teresa ha sido la responsable de llevar a cientos de leoneses a sus destinos y logró cumplir su sueño de manejar camiones de grandes dimensiones.

Su pasión por la conducción inició a los 12 años, y aunque en su juventud trabajó como comerciante de ropa en tianguis, nunca perdió de vista su anhelo de estar al volante. Con esfuerzo, ahorró lo suficiente para comprarse su primer auto, un Datsun estándar.

“A mí desde chica me gustaba manejar y siempre me gustó manejar unidades grandes. Cuando vi que en las orugas había operadoras mujeres dije yo también puedo y llevé mi solicitud en San Juan Bosco para que me capacitaran”, recordó.

La madre de familia conduce la ruta 95 que va a Vista Esmeralda; con gran destreza y concentración transporta a cientos de ciudadanos.

“Ya logré mi sueño de manejar unidades más grandes que una camioneta. Me gusta mucho mi trabajo Y yo por eso sigo aquí”, expresó.

Fabián Muñiz Guerrero comparte la misma pasión por la conducción como operador del sistema de transporte.

“Empecé a laborar a los 24 años y mi inquietud fue el manejo de las unidades y el servicio al pasaje. Eso fue lo que me motivó a iniciar en este trayecto”, explicó

Fabián enfatiza la importancia de ofrecer un servicio amable y eficiente.

“Lo principal como operador es dar un servicio eficiente y ser amable con la gente. Ellos son los que utilizan el servicio y nos brindan el trabajo, por eso hay que atenderlos bien”, añadió.

Teresa y Fabián son dos de los 70 operadores destacados entre los mil 550 trabajadores que diariamente se esfuerzan por trasladar a cientos de personas dentro del transporte público de León.

Sus historias son una inspiración de determinación y compromiso, ya que los sueños se pueden hacer realidad, sin importar las dificultades que se presenten en el camino.