La cantante Demi Lovato fue una de las oradoras principales este jueves dentro del Festival del Día Mundial de la Salud Mental, organizado por Project Healthy Minds en la ciudad de Nueva York.

En el evento, abierto al público, la intérprete lideró un panel al lado del cineasta Michael D. Ratner y el conductor Carson Daly para hablar sobre su misión de apoyar a los jóvenes en sus batallas por la salud mental.

“La primera vez que lidié con la depresión fue alrededor de los siete años. Esa fue la edad en la que tuve por primera vez ideas suicidas”, señaló Lovato, añadiendo que tuvieron que pasar otros 10 años antes de que le diagnosticaran trastorno bipolar.

“Hubo tantas noches de insomnio, tantas lágrimas, y no sabía por qué me sentía así. Y cuando recibí el diagnóstico, sentí un alivio, porque pensé: “Puedo ponerle un nombre a esto, y esta es la razón”.

De acuerdo con el Daily Mail, dentro de la extensa charla, la cantautora de éxitos como “Heart Attack” y “Really Don’t Care” habló también sobre sus luchas contra la adicción y un trastorno alimentario, y cómo esas experiencias la forjaron para ser el ejemplo de vida que quiere darle a sus fans más jóvenes.

“Necesitaba ser el modelo a seguir que necesitaba a los 13 años, porque sabía que había jóvenes de 13 años que todavía estaban luchando”, reconoció la también actriz y empresaria, de 32 años.

En el panel, el cineasta Michael D. Ratner, director del documental Dancing with The Devil, sobre la salud mental de Lovato, su dinámica familiar y la sobredosis de 2018 que casi acabó con su vida, profundizó sobre la necesidad de que las figuras públicas hablen y pidan ayuda sobre su salud mental a tiempo.

“Desearía haber pedido ayuda antes, pero creo que tenía tanto miedo de perder el impulso de mi carrera que detuve mi recuperación para poder sobresalir en mi carrera. Y honestamente, no había mucha gente a mi alrededor que dijera que estaba bien hacer eso”, puntualizó Lovato en el evento.