Los milagros sí existen.

Afuera del Hospital General de León, familiares de pacientes esperan buenas noticias y aunque llegan a cuentagotas… finalmente llegan.

En el exterior del nosocomio, las personas llevan cobijas y almohadas para pasar la noche mientras les dan informes de sus pacientes.

La angustia, el frío y las desveladas pesan más en los momentos de incertidumbre.

Un milagro abrazó al nieto de la señora María Esther Godínez; José de Jesús Salinas de 22 años, tuvo una crisis de asma, lo intubaron y de acuerdo con lo que relata la abuela, los médicos les avisaron que había falleció, pero lo intubaron y lo inyectaron en un hospital de San Francisco del Rincón y hoy se recupera en el Hospital General de León.

“Dicen que lo intubaron y le pusieron 7 inyecciones y lo estabilizaron, los doctores nos mandaron acá al Hospital General León, para ver cómo quedó del cerebro, mi nieto si reaccionó porque preguntó por su mujer y su hijo, él tiene 22 años y tiene asma, yo también tengo asma me he cuidado y aquí estamos”.

Otro caso es el de la señora San Juana Gasca Medina, originaria de la comunidad de San Francisco Puerta Grande del municipio de Silao; su nieto recién nacido, tiene 10 días internado en el Hospital General de León; el frío y las desvelada son complicadas pero el amor por su primer nieto lo supera todo.

“Tiene internado 10 días, no podía hacer del baño, iban a operarlo pero por lo que vemos va mejorando esperemos en Dios que salga bien y seguirle todos los días que sea necesario estar aquí, es preocupante porque no sabemos si está bien y si va mejorando, esperamos noticias estaba en terapia intensiva y ya va mejorando, en la mañana rezamos con la gente y pedimos por los enfermos”.

Desde hace casi una semana, Graciela Gutiérrez Valdivia, del Rancho Nuevo de la Luz del municipio de León, cuida a su sobrina en este nosocomio.

Blanca Paloma de 31 años tiene parálisis cerebral, hace 5 días convulsionó al caer al suelo se golpeó la cabeza y la internaron.

“Estuve cubriendo toda la noche, si es cansado pero vale la pena la niña, por las noches su mamá, su hermana y mi otra hermana se quedan aquí a dormir, en este espacio por el frío, en la mañana una de ellas me releva para salir a comer un taco, el apoyo del hospital es bueno, es excelente, la fe en Dios nunca se va a perder y esperamos que como la Ciencia está muy avanzada se mejore, una oración por mi niña”.

La señora Graciela comentó que su sobrina está grave, pero tiene fe en Dios y todos los días reza para que pronto se recupere.