Campesinos que trabajan en sus tractores, entre los barbechos y milpas que crecen prometen que habrá buen temporal.

En la comunidad de San José del Resplandor, en León, los hermanos Ignacio y José de la Luz Herrera Salazar, agradecen las lluvias de los últimos días, ya que en los dos años anteriores, no llovió y las cosechas fueron malas, por eso, esperan que sigan las precipitaciones para cosechar sorgo y maíz.

El señor Ignacio, comentó que siembran en una parcela de 10 hectáreas.

“Sí nos ha beneficiado mucho las lluvias, porque ya ve como están las plantitas van dos años que nada de lluvias, crecían poco y era todo y ahora vamos bien y esperamos seguir así, nosotros sembramos sorgo y maíz blanco, con esto, no alcanza, pero se necesita que llueva por lo menos dos meses y si siguen las lluvias, la cosecha estará en noviembre”.

La Secretaría de Desarrollo Agroalimentario y Rural de Guanajuato, informó que la precipitación acumulada presentó un valor promedio de lluvia de 139.28 milímetros o litros por metro cuadrado, en el mes de julio al corte del día 19; el año pasado fue de 74.502 milímetros en los primeros 19 días de julio, es decir, casi ha llovido el doble.

Los principales cultivos beneficiados por las lluvias en este ciclo primavera-verano de temporal son: maíz, frijol y sorgo; así como los forrajeros que comprenden avena, cebada y maíz, además de hortalizas como cebolla y tomate y legumbres como el garbanzo y haba.

La SDAYR informó que el acumulado de precipitaciones en 2024, ha sido de 283.27 milímetros.

El valor acumulado hasta este mes, pero del 2023, fue de 146.18 milímetros.

El pronóstico de lluvia para el mes de julio del presente año, es de 152 milímetros, con un promedio histórico de 144.9.

Antonia Bermúdez, productora de maíz de la comunidad de San Judas, dijo que la lluvia es positiva, porque le permite que crezca la milpa y haya pasto para que coma su ganado.

“Muy bien, las lluvias han sido de provecho, hay esperanza de las cosechas gracias a Dios, sí nos han beneficiado las lluvias sembramos maíz para comer; hace un año nada, la milpa estaba chiquita el terreno parecía el desierto todo seco, es una esperanza que llevamos”.

Saúl Camacho Villegas, trabaja en la comunidad de Santa Rosa de Lima; comentó que la lluvia le permite preparar el campo para cultivar brócoli.

“Muy bien, fíjese que ya las plantas van muy bien, los campesinos estamos gustosos muy alegres poniéndole muchas ganas, antes no quería llover, ahora los veo cultivando a otros echando abono, la lluvia urgía, no había presas que tuvieran una gota de agua, estoy rastrillando para preparar el campo para el brócoli”.

Estas lluvias ayudan a todas la personas del campo, porque contribuyen tanto a las parcelas, como a los agostaderos que son utilizados por las unidades ganaderas para alimentar a sus animales.