Ante la presente ola de calor que ha provocado que los termómetros se disparen por encima de los 34 grados centígrados, los árboles se han convertido en el principal refugio para las personas que transitan las calles del Centro Histórico de la ciudad de León.

Muchas familias aprovecharon el fresco viento y la sombra que proporcionan los árboles para comer un plato de fruta, tomar aguas de sabor y disfrutar de un helado.

“Tratamos de resguardarnos debajo de los árboles, compramos una nieve y un agua fresca. hijo estaba dentro de las fuentes del Arco de la Calzada quitándose el calor y divirtiéndose”, comentó Mauricio Fernando Ornelas.

Algunas personas prefieren estar sentadas en las bancas e incluso tomar una siesta, pues en casa el calor es casi insoportable y el ventilador no es suficiente para refrescarse.

“En la tarde nosotros caminamos un rato, nos sentamos a comer un helado y nos vamos hasta la noche porque en la casa hace mucho calor. Somos católicos y le pedimos mucho a Dios que nos mande agua porque lo necesitamos, y más nosotros que somos de la tercera edad”, compartió la señora María Cristina Hernández.

Los turistas también se refugian en la sombra a pesar de tener lentes de sol, sombreros y gorras, algunos de ellos buscan mitigar el calor hasta con bolsas de hielo.

“Nos refrescamos con todo, desde agua, electrolitos y una cerveza. Busco uno la sombrita y estar tomando algo; nosotros compramos una bolsa de hielo para mantener frescas nuestras bebidas en la hielera”, comentó Dafne Arellano, originaria de Puebla.

Los árboles no solo se han convertido en aliados contra el calor, sino que también permiten que las personas que se reúnen bajo su sombra tengan momentos agradables y convivan en familia.