Uriel, oriundo de Guanajuato y de solo 12 años, ingresó a la academia de bomberos hace apenas unos meses. Su plan es esforzarse para que al cumplir la mayoría de edad pueda dedicarse a sofocar las llamas. 

“Me interesó saber de qué se trata, porque desde chiquito me gustaban los bomberos. De hecho, mi mamá me compró cosas similares y me llamaba mucho la atención, cuando me dijo que me podía inscribir le dije que sí quería. De grande me veo ayudando, siendo bombero y feliz de que pueda realizar mi sueño”, compartió el pequeño.

Primeros auxilios, prácticas con mangueras, tipos de extintores, identificación de incendios, apoyo canino y cuáles son los tipos de fuego, son algunas de las actividades que aprenden de los profesionales en la Brigada de Bomberos SIMUB, en Guanajuato Capital.

“Los maestros que tenemos de bomberos, nos llega a dar clases el comandante, los capitanes y me asombra tanto lo que vemos en el día y que nos divertimos, desde el más pequeño hasta el más grande. Me gusta mucho conocerlos, saber cuánto tiempo llegan y por qué les gusta ayudar a las personas” agregó Uriel.

Por su parte, Angélica platicó que su mayor inspiración en esta labor es su padre y su hermana mayor, quienes apoyan siempre a quienes lo necesitan.

“Quiero ser así como mi hermana y como mi papá, yendo a los incendios, rescates de fauna y muchos lugares en camión. Me gustaría conducir alguno porque se siente bien padre estar ahí. Cuando me pongo el uniforme siento como si fuera algo importante”, expresó.